Simbolo M o n t a ñ a

viernes, 3 de julio de 2009


La montaña es una conformación de alto valor simbólico. En principio, puede hablarse de una manifestación material de los deseos de elevación. Efectivamente, tanto la montaña como las colinas están asociadas a la idea de meditación, elevación espiritual, comunión y santidad. Por otro lado, la verticalidad que caracteriza su eje principal y que permite unir de manera imaginaria la base con la cima, la identifica con el eje del mundo y, desde el punto de vista anatomía, con la columna vertebral. La idea de una montaña sagrada emplazada en lo que una cultura considera el centro del mundo y/o el hogar de los dioses recorre muchos pueblos. Los hindúes, refieren al monte Meru, hogar de Indra -dios del firmamento y del trueno- como una fabulosa montaña situada en el centro de la tierra con palacios de columnas de diamantes, mobiliario de oro y jardines con árboles que proporcionan la mejor sombra, brindan los frutos más delicados y están adornados con las flores más fragantes y hermosas. Los principales dioses de la antigua Grecia eran denominados olímpicos, pues vivían en el monte Olimpo, una montaña tan alta cuya cumbre jamás fue vista por mortal alguno, debido a que se encontraba más allá de las nubes. La cima de una montaña posee un simbolismo especial, debido a que aparece como punto de unión entre el cielo y la tierra, entre lo superior y lo inferior, entre lo divino y lo mortal, entre lo espiritual y lo mundano. Para los chinos, la montaña fue el símbolo de grandeza y generosidad del emperador. El confucionismo, por su parte, refiere a cinco montañas sagradas en tanto poderes de la naturaleza que conservan la estabilidad y la fertilidad.